Una gran parte de los niños y preadolescentes sufren de mala colocación de todos o parte de sus dientes, ya sea a causa de problemas genéticos, esqueléticos o funcionales. Y muchos de ellos van a necesitar llevar algún tipo de ortodoncia para corregir la posición de sus dientes y para que sus mandíbulas se desarrollen adecuadamente.
Pero no todas las técnicas de ortodoncia son iguales. Además, la edad en la que se lleva ortodoncia influye mucho en este desarrollo. Hoy os contamos en qué consiste la ortodoncia interceptiva colocada en edades tempranas.
Tabla de contenidos
1. ¿Qué es la ortodoncia interceptiva?
La ortodoncia interceptiva es un tipo de ortodoncia exclusiva para niños y que se coloca a edad temprana. El objetivo de esta técnica es reconducir el crecimiento de los dientes y la mandíbula para evitar que lleguen a estar realmente mal, es decir, aprovechar que los huesos aún están en desarrollo para evitar que aparezcan problemas graves a posteriori.
De esa manera, podemos decir que se trata de una técnica preventiva que trata los problemas de maloclusión desde una edad muy temprana antes de que el crecimiento sea completo. Es más fácil actuar sobre los huesos cuando están en pleno desarrollo para evitar la aparición de problemas más graves y complicados en la edad adulta.
No siempre se puede evitar tener que llevar aparatos de ortodoncia para acabar de recolocar los dientes en edades más avanzadas, pero la ortodoncia interceptiva puede evitar malformaciones mandibulares más severas. En la primera etapa de desarrollo es cuando los huesos de la mandíbula pueden ser recolocados mejor.
En cambio, si la insuficiencia mandibular llega a desarrollarse y hay que tratarla en la edad adulta, los tratamientos que se requerirán serán mucho más complejos y costosos.
Por tanto, el objetivo de la ortodoncia interceptiva es básicamente localizar y prevenir las malformaciones en los dientes y la mandíbula desde su etapa inicial.
2. Tipos de ortodoncia interceptiva
Si se debe realizar un tratamiento de ortodoncia interceptiva, podemos utilizar dos tipos de aparatos dentales: fijos y removibles. Los aparatos fijos los coloca el ortodoncista y no se quitan hasta terminar el tratamiento, mientras que cuando el aparato es removible se trata de algo que se coloca durante unas horas al día (normalmente durante la noche).
El tipo de aparato utilizado dependerá siempre del objetivo que se persigue, ya que cada tratamiento requerirá de una aparatología diferenciada:
- Cuando el problema a tratar es la maloclusión de clase II o retrognatia, se puede usar el bionator, que estimula el crecimiento mandibular, o un anclaje extraoral que se sujeta en puntos de fijación fuera de la boca (normalmente en el cuello) para lograr frenar el crecimiento del maxilar superior. Si la ortodoncia se coloca en la última fase del crecimiento, se usa un aparato llamado Herbst, que reduce la distancia entre los dientes y estimula el crecimiento de la mandíbula inferior.
- Para corregir la maloclusión de clase III o prognatismo se usan dos tipos de aparatos: la máscara facial, para estimular el crecimiento del hueso maxilar, o la mentonera, que sujeta la mandíbula y evita que siga creciendo demasiado.
- Para tratar la mordida cruzada se usan varios tipos de disyuntores, que abren el maxilar superior.
El aparato removible más habitual es la placa de Hawley o falso paladar, y suele usarse por la noche. Puede funcionar junto a distintos accesorios para mover los dientes o para evitar que se chupe el dedo, y en muchas ocasiones su función principal es mantener los resultados logrados con tratamientos previos.
La importancia de este aparato concreto es enorme, ya que es habitual que al terminar un tratamiento de ortodoncia interceptiva los dientes tiendan a moverse ligeramente. Solo una buena retención dental puede evitar completamente que eso pase.
3. ¿En qué casos se necesita ortodoncia interceptiva?
La ortodoncia interceptiva puede corregir el crecimiento del maxilar inferior cuando este se está desarrollando de más o de menos, evitar los problemas de mordida, cuando es demasiado grande o demasiado pequeña y corregir los problemas relacionados con la succión del pulgar que deforma la mandíbula, además de preparar la boca para el correcto crecimiento de los dientes permanentes.
Pero, para saber cuándo es necesario utilizar este tratamiento hay que estar atentos a la manera en que se desarrolla la dentadura desde que empiezan a desarrollarse los dientes de leche, y a si los niños presentan alguno de los siguientes problemas:
- Respiran por la boca.
- Les cuesta masticar bien la comida.
- Les cuesta pronunciar algunas palabras o sonidos
- Tienen dientes muy juntos y apiñados, o demasiado separados.
4. ¿A qué edad es mejor llevar ortodoncia??
Cada niño tiene un ritmo de crecimiento diferente, pero es alrededor de los 6 años donde es más frecuente observar las malformaciones iniciales que aconsejarían poner un aparato dental. Normalmente, la ortodoncia se coloca sobre los 6 años y aproximadamente hasta los 11. Tras esa edad ya suele optarse por la ortodoncia correctiva.
En todo caso, la duración del tratamiento de ortodoncia interceptiva en cuestión dependerá del problema que haya que subsanar, el nivel de desarrollo de la dentadura de cada niño y otros factores. En la mayoría de los casos se realiza en entre 6 y 18 meses.
Pero puede tener que prolongarse si el niño no sigue las indicaciones del ortodoncista al pie de la letra, cosa que puede pasar a menudo en tratamientos con aparatos removibles.
5. Efectos generales de la ortodoncia interceptiva
Realizar un tratamiento de ortodoncia antes de los 12 años permite lograr algunos objetivos que posteriormente serían inasumibles:
- Conseguir que los huesos tengan una posición y un tamaño adecuados, cosa que sólo se puede lograr fácilmente cuando aún están creciendo.
- Mejora de la estética dental y la apariencia facial.
- Mejora de la mordida y de los hábitos respiratorios y masticatorios.
- Minimiza la necesidad de tratamientos posteriores, ya que evitamos complicaciones y anomalías en el futuro, cuando la persona ya es adulta y sus huesos maxilares se han desarrollado por completo.
Aun así, aunque es muy beneficiosa, es muy habitual que la ortodoncia interceptiva no baste para acabar con el problema. La mayoría de los niños tendrán que llevar aparatos dentales durante algún tiempo incluso después de haber llevado ortodoncia interceptiva.
Eso es así porque, aunque se corrija la posición de huesos y dientes mientras estos crecen, los dientes permanentes pueden no erupcionar del todo bien.
Por eso, después de los 12 años, cuando la dentición ya es permanente, se colocará un aparato de ortodoncia correctiva para corregir aquellos defectos que se han escapado de la ortodoncia interceptiva o que han aparecido posteriormente.
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