Cómo tratar las encías inflamadas

Las encías inflamadas son un problema muy frecuente entre la población de todas las edades, y pueden ser síntoma de problemas de salud bucodental que deben ser tratados con rapidez.

Unas encías sanas son rosadas y están completamente pegadas a los dientes. En cambio, las encías rojas e hinchadas muchas veces nos avisan de la presencia de infecciones de tipo periodontal, como la periodontitis o la gingivitis.

Por tanto, en caso de dolor, inflamación o enrojecimiento de la encía, hay que visitar al odontólogo de inmediato. El dentista podrá indicarnos el origen de nuestra afección y, en caso de que sea necesario, derivarnos a un periodoncista para tratar las encías inflamadas.

CAUSAS DE LA INFLAMACIÓN DE LAS ENCÍAS

Las encías pueden inflamarse por muchas razones, y algunas no revisten gravedad. Pero si el problema persiste tras unas semanas, visitar al especialista se vuelve crucial para asegurar la salud de nuestros dientes.
Las causas más habituales de la inflamación de las encías son las siguientes:

Alteraciones nutricionales

La malnutrición es la causa de algunas enfermedades que tienen entre sus síntomas la inflamación de las encías. Por ejemplo, el déficit de vitamina C causa escorbuto, una enfermedad bastante grave y potencialmente mortal uno de cuyos síntomas son las encías inflamadas. También enfermedades como la diabetes o la obesidad pueden dar lugar a encías inflamadas.

Por eso, es importante tener una dieta sana, rica en frutas y verduras y libre de azúcares añadidos.

Aparatología dental

Paradójicamente, algunos tratamientos odontológicos pueden causar inflamación en las encías. Esto ocurre en tratamientos que dificultan la limpieza de los dientes, como el uso de brackets en ortodoncia, o cuando se usan prótesis dentales mal ajustadas, que pueden moverse y rozar las encías.

Ese tipo de problemas deberían minimizarse si se escuchan y siguen con atención las instrucciones del profesional que ha prescrito el tratamiento. Pero, en caso de enrojecimiento de las encías, no está de más comprobar si puede deberse a los aparatos que llevamos en la boca.

En todo caso, siempre es importante mantener una correcta higiene dental para evitar que las encías, y también los dientes, se resientan.

Infecciones dentales

La causa principal de la inflamación de las encías suele ser una infección vírica o bacteriológica, muchas veces derivada de una incorrecta higiene bucodental.

Tras las comidas, los restos se convierten en alimento para la placa bacteriana, que recubre la superficie de los dientes y la lengua. Esta placa bacteriana puede solidificarse si no se retira periódicamente, y en ese caso se convierte en sarro dental, pudiendo causar inflamación de encías y otros problemas.

Para evitar la acumulación de sarro y sus consecuencias hay que mantener una correcta higiene bucodental. Hay que cepillarse los dientes a diario, tras cada comida, exhaustivamente y durante un mínimo de 2 minutos, usar seda dental o cepillos interproximales y utilizar un buen enjuague bucal. Y, además, habría que utilizar un raspador para la lengua, ya que en ella pueden quedar también restos que han de ser retirados.

Enfermedades periodontales

Cuando el sarro se acumula en nuestras encías aparecen las enfermedades periodontales, que son básicamente infecciones para las cuales se prescriben distintos tratamientos según su gravedad. Estas enfermedades periodontales que causan la inflamación de las encías son:

Gingivitis

La gingivitis es la más leve expresión de un problema periodontal, y es una afección que no siempre requiere de la visita al especialista. De hecho, esta afección puede prevenirse o incluso revertirse en su fase inicial con una completa higiene bucodental.

Los síntomas de la gingivitis más habituales son:

  • Presencia de sarro sobre los dientes
  • Mal aliento
  • Aumento de la sensibilidad dental
  • Inflamación de encías
  • Encías enrojecidas
  • Sangrado de encías

En caso de tener algunos o todos estos síntomas y no poder revertirlos con el cepillado habitual, es recomendable ir al periodoncista para que realice una limpieza dental.

La limpieza o higiene dental profesional, también llamada profilaxis, es un tratamiento durante el cual se va retirando toda la placa bacteriana hasta dejar los dientes completamente limpios. Este procedimiento suele incluir una limpieza mecánica de la boca (con ultrasonidos, agua a presión y seda dental), y la aplicación de distintos productos que acaban de limpiar la dentadura, eliminando las manchas.

La higiene dental es un procedimiento muy sencillo, rápido e indoloro que se debería realizar, al menos, cada año. Eso es especialmente importante en aquellos casos en que la dentadura es irregular o le faltan piezas, cosas que favorecen la acumulación de restos de comida y placa bacteriana.

Diferencia entre encía sana y gingivitis

 

Periodontitis o piorrea

La periodontitis es una enfermedad periodontal grave que resulta de un empeoramiento de la situación desde una gingivitis no tratada a tiempo, y puede llegar a causar la pérdida de piezas dentales. Sus síntomas son los mismos que los de la gingivitis, pero se les añaden algunos más:

  • Cuadro febril
  • Malestar generalizado, como el que se tiene con un resfriado
  • Movilidad de los dientes, que pueden llegar a caerse
  • Abscesos dentales o flemones.

A estas alturas la profilaxis oral realizada por un profesional ya no será suficiente para revertir el proceso, ya que los tejidos periodontales se ven afectados directamente por las bacterias. Por eso se debe realizar un sondaje periodontal que evalúe la gravedad de los daños y si existen o no bolsas periodontales verdaderas, es decir, si la inflamación que se aprecia a simple vista ha dado lugar a la retracción de la encía y ha dañado o no la raíz de las piezas dentales o el hueso que las sostiene.

TRATAMIENTOS PARA LAS ENCÍAS INFLAMADAS

Una vez evaluado el problema, existen distintos tratamientos en clínica para ayudar a que la encía recupere su salud:

Raspado y alisado radicular o curetaje

El curetaje dental consiste en una limpieza bucal profunda, que no solo se centra en la superficie de los dientes sino también elimina el sarro presente bajo la línea de las encías y hasta en la raíz de los dientes. Por eso requiere de anestesia local y puede causar inflamación y molestias en los días siguientes al tratamiento.

Cirugía periodontal

En los casos más graves es posible que se tenga que realizar una cirugía periodontal, como la gingivectomía, cirugía ósea o cirugía de colgajo. Se trata de un conjunto de procedimientos quirúrgicos durante los cuales la encía es separada quirúrgicamente del diente para proceder a la limpieza bajo su superficie. Es decir, es un curetaje pero con una mayor profundidad.

Tras el procedimiento, se administra un líquido antimicrobiano  y la herida se sutura para que cierre adecuadamente.

Obviamente la cirugía periodontal es algo más compleja que el curetaje, y también puede causar más molestias tras terminar el tratamiento, pero en algunos casos es lo único que se puede hacer.  Su objetivo ya no es solo “limpiar” la boca de sarro, sino también detener la pérdida ósea y evitar que las piezas dentales pierdan su sujeción rígida y haya que extraerlas.

 

Las enfermedades periodontales son muy peligrosas para la salud, y los pacientes que las padecen necesitan acudir a mantenimientos periódicos que mantengan la infección controlada. Por eso es importante que con los primeros síntomas visites a tu dentista de confianza para evitar su avance o eliminarla por completo.

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