Hay diferentes razones por la que puedes necesitar la atención de un dentista inmediatamente, pero – ante la situación que estamos viviendo – es importante distinguirlas de otras afecciones más leves que pueden tratarse más adelante. Consideramos una urgencia dental a los tres siguientes casos:

  • Un daño visible en los dientes o tejidos circundantes como resultado de un trauma o accidente. Un traumatismo puede causar una avulsión dental, que es la pérdida de un diente; una grieta o fractura; dolor intenso, incluso sin existir un daño visible; o aflojamiento o luxación de alguno de nuestros dientes.
  • Dolor intenso. Este puede estar causado por un absceso, que tratamos en el siguiente punto; previos tratamientos, como un implante dental; infecciones, como la muela; o incluso caries en avanzado estado.
  • La aparición de un absceso (flemón) que no es más que una infección a menudo causada por caries, pulpitis, y otras enfermedades dentales y que debe ser tratada para evitar su extensión.

Problema dental o enfermedad dental. dolor de sensación femenina, sosteniendo su mejilla con la mano y sufriendo de dolor de muelas Foto Premium

¿Qué debemos hacer ante una urgencia dental?

Cuando acudir al hospital

Lo primero que debemos hacer es valorar el daño. Algunos problemas dentales pueden llegar a ser tan graves que necesitemos acudir a un hospital. Busca ayuda inmediatamente si:

  • Sufres un sangrado fuerte que no cesa tras intentar parar la hermorragia.
  • Notas cambios abruptos en el tamaño de los tejidos.
  • Sufres mareos o un dolor intenso que no disminuye con analgésicos.

¿Qué hacer mientras espero a mi cita de urgencia?

Si has sufrido la pérdida de un diente, es importante que contactes con tu dentista lo antes posible para aumentar las posibilidades de una reimplantación. En el resto de casos, hay ciertos procedimientos que puedes seguir para aliviar los síntomas hasta la cita de urgencia con tu dentista:

  • Absceso dental: existen distintos dos tipos de abscesos dentales. Si este afecta a la raíz de nuestros dientes, se denomina periapical. Cuando solo afecta a la encía, los abscesos dentales son menos graves y fáciles de tratar Para aliviar el dolor asociado al absceso y reducir la inflamación en la zona, puedes aplicar frío. ¡Recuerda! No debes hacerlo directamente sobre el diente o encía, si no sobre la mejilla. Si notas que la zona supura, es importante que te enjuagues con agua. Puedes añadir algún antiséptico para evitar que la infección vaya a más.
  • Dolor intenso: si sufres dolor intenso, puedes aplicar una compresa fría sobre la zona afectada – aunque nunca directamente. Es importante que, si no sabes la causa, evites comer alimentos fríos o calientes, ya que estos pueden empeorar tu situación. También es importante que extremes las medidas higiénicas por si se tratará de una infección, por lo que debes enjuagarte la boca cuidadosamente y, si fuera posible, utilizar hilo dental para retirar cualquier resto de comida que haya quedado en nuestra boca.
  • Fracturas por traumatismo: el primer paso es cuidar cuidadosamente el diente que se ha visto afectado para evitar futuras infecciones. Si la rotura ha ocurrido durante la comida, limpia tu boca cuidadosamente. Para combatir la inflamación, lo mejor es utilizar una compresa fría.

Recordamos que en Ortoinvisible solo atenderemos urgencias programadas mientras dure el estado de alarma. Para más información o consultas, por favor, contacta con nosotros a través de nuestro teléfono: 983150500