¿Tienes una inflamación en una zona de la encía que hace que te duela la muela, te moleste masticar e incluso tengas fiebre? Entonces, ¡este blog es para ti! Hoy te contamos todo sobre los abscesos dentales.

Un absceso dental es una infección en el hueso y las encías, absceso periodontal, o en el extremo de la raíz del diente, absceso periapical, causada por la acumulación de pus. Esto, además de provocar dolor de muelas, puede generarte otros síntomas:

  • Malestar al comer, especialmente alimentos muy fríos o muy calientes.
  • Mal aliento o halitosis.
  • Sensibilidad a algunos alimentos.
  • Hinchazón de la cara.
  • A causa de la infección, puedes llegar a tener fiebre.

¿Qué causa los abscesos dentales?

Lo más común es que los abscesos dentales tengan origen en las caries o en una infección bacteriana. Ahora bien, hay diferentes factores que pueden aumentar el riesgo de que surja esta irritación: no cuidar adecuadamente la higiene dental, abusar de alimentos azucarados, no beber agua suficiente o incluso una fractura del diente. Por ello, si ves que tienes un absceso dental, es importante que acudas a tu dentista para que pueda valorar el estado de tu diente.

¿Qué tratamientos hay para curar los abscesos dentales?

Los abscesos se eliminan mediante un drenaje del pus acompañado de un tratamiento de antibióticos en algunos casos; sin embargo, no todos son iguales y dependerá del estado de la infección.

  • Endodoncia. Se realiza en aquellos casos en los que aún se puede salvar el diente.

  • Extracción del diente. En caso de que no se pueda realizar el tratamiento de conducto o endodoncia y la infección sea muy severa, quizá sea necesario extraer la pieza dental.

Endodoncia

Después de hablar sobre este tratamiento como posible opción frente a un caso de absceso dental, quizá te estés preguntando qué es una endodoncia.

La endodoncia es una intervención en la que se elimina la cámara y conductos pulpares -el nervio del diente- para aliviar los posibles dolores en los dientes y salvar el diente. De esta forma, se mantiene la dentición natural, el hueso y la encía del paciente.

Si te realizan una endodoncia, es importante que cuides tu salud bucodental cepillando los dientes después de cada comida, utilizando seda dental y acudiendo a tu dentista de forma regular.

Implantes dentales

En los casos en los que la endodoncia no sea la solución, quizá se tenga que recurrir a la extracción del diente y posterior implante dental. Esta intervención se suele realizar cuando el diente se encuentra fracturado o totalmente dañado.

Se trata de un procedimiento indoloro ya que se realiza bajo anestesia local: se extrae el diente, se espera el tiempo necesario hasta su curación (en torno a 2 meses) y se coloca un tornillo de titanio dentro del hueso para poder ubicar ahí la prótesis dental. Aun en los casos en los que no haya hueso, se podrá colocar el implante dental tal y como os explicamos en nuestro anterior post.

 Te recomendamos que, si ves en tu encía una bola de pus, acudas a tu dentista lo más rápido posible para conocer el origen de la infección y realizar la mejor solución para tu caso.