Un implante dental es un tornillo que se inserta en el hueso maxilar o mandibular para sustituir un diente perdido. Consecuentemente, la ausencia de hueso en la boca puede complicar el tratamiento de implantología dental: sin la presión ejercida por el hueso el resultado del implante sería inservible para las necesidades de la masticación; sin embargo, esto no debería hacerte renunciar a implantes dentales: en Ortoinvisible utilizamos varias técnicas para conseguir la dentadura que siempre has deseado.
Tabla de contenidos
Plasma rico en factores de crecimiento
La aplicación en la zona dañada de plasma rico en factores de crecimiento, es decir, de sangre del propio paciente con abundantes proteínas, ayuda a regenerar más rápidamente y de forma natural los tejidos de la boca. De este modo, se evitan las molestias y dolores de la cirugía y del tiempo de recuperación, así como el riesgo de infección.
Injerto de hueso
Para aumentar el volumen de superficie ósea en la boca, el injerto de hueso es una opción muy recomendada. El hueso injertado puede tener origen bovino o proceder del mismo paciente, lo que evita posibles rechazos. Aunque el tiempo de tratamiento es algo largo (hasta que se solidifica el injerto suelen pasar unos meses), los resultados suelen ser impecables.
Elevación del seno maxilar
Si el hueso que se tiene en el maxilar no es suficientemente alto y/o grueso para colocar los implantes dentales, a través del proceso de levantamiento del seno maxilar se conseguirá la cantidad de hueso suficiente para poder aplicar los implantes. Este tratamiento es completamente indoloro ya que se recurre a anestesia local.
Los beneficios de los implantes dentales son muchos: su aplicación es indolora, son resistentes, el resultado es cómodo y estético… Por ello, en el caso de tener el hueso maxilar sin volumen suficiente o no tenerlo, no dudes en acudir a nosotros. ¡En Ortoinvisible podemos aplicar implantes dentales cuando no hay hueso!
