Las carillas dentales son un tratamiento de odontología estética que mejoran pequeñas imperfecciones en nuestros dientes. Se trata de prótesis dentales que se colocan sobre la cara externa de nuestro diente (es decir, la superficie labial). A diferencia de las coronas dentales, las carillas son pequeñas capas de distintos materiales (cerámica o resinas) que se aplican sobre nuestros dientes, perfeccionando su forma y color.
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¿Para qué se utilizan?
Las carillas dentales son la solución perfecta cuando existen pequeñas anomalías en nuestros dientes y se trata de una solución económica. Aunque no están indicadas para el tratamiento de caries, puesto que podrían agravar la situación, bruxismo o defectos más graves, como dientes muy erosionados, si que nos pueden ayudar a corregir una amplia gama de problemas:
- Fracturas dentales: cuando sufrimos una fractura parcial que no ha dañado el nervio, una carilla dental puede ayudarnos a proteger nuestro diente y mejorar su estética.
- Armonización: nuestros dientes pueden sufrir irregularidades de forma natural, por ejemplo en la línea de la sonrisa. La aplicación de carillas dentales puede ayudarnos a armonizar nuestra sonrisa.
- Pequeñas desalineaciones: es posible que estés buscando mejorar leves problemas de alineación, pero no quieras someterte a un tratamiento de ortodoncia. Si es tu caso, la aplicación de carillas puede ayudar a corregir pequeñas desalineaciones o diastemas (dientes separados).
- Agnesia: la ausencia de dientes puede disimularse con carillas, que pueden modificar su forma y tienen un resultado muy estético.
- Problemas de coloración: las carillas también pueden ser la solución a manchas u otros problemas con el color en tus dientes.
Tipos de carillas dentales
Carillas de porcelana
Las carillas de porcelana son unas láminas muy finas que se diseñan de forma individual en el laboratorio para cada paciente y que van adheridas a la cara externa del diente. Las carillas de porcelana, además de estéticas, son las más resistentes y pueden durar entre 15 y 20 años sin perder color, brillo o sufrir desgaste. Por eso mismo, apenas necesitan mantenimiento para mantener su aspecto natural.
Su colocación requiere un pequeño tallado del diente, por lo que se trata de una solución definitiva, pero debemos recordar que es un tratamiento no invasivo y cómodo que no causa molestias.
Sin duda la solución perfecta para aquellos pacientes que buscan solucionar problemas de coloración o mejorar estéticamente la posición de los dientes con resultados muy duraderos.
Carillas de composite
Las carillas de composite se crean a través de un material que se adhiere directamente en el diente. Son «carillas directas» o, en otras palabras, aquellas que se moldean a mano alzada sobre nuestro diente. Se trata de una solución rápida, ya que no necesitamos moldes y se realizan en una sola sesión. Las carillas de composite tienen un acabado muy natural, ya que permiten aplicar caracterizaciones a nuestros dientes.
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