La apnea del sueño es un importante problema de salud y muy común. Consiste en breves interrupciones de la respiración durante el sueño.

El término procede de la palabra griega, apnea, que significa “deseo de respirar”.

En una noche dada, el número de pausas de la respiración involuntarias o “acontecimientos apneicos” puede llegar a ser de hasta 20 a 60 o más por hora. Estas pausas respiratorias están casi siempre acompañadas de ronquidos entre episodios apneicos, aunque no todo el mundo que ronca padece esta enfermedad.

Otra característica de la apnea del sueño son las sensaciones de ahogo.

Es importantísimo el temprano reconocimiento y tratamiento de la apnea del sueño ya que esta enfermedad puede asociarse a pulso cardíaco irregular, hipertensión, ataque cardíaco e ictus.

Existen dos tipos de apnea del sueño:

  • Central: menos común, se produce cuando el cerebro fracasa en enviar las señales apropiadas a los músculos respiratorios para iniciar las respiraciones.
  • Obstructiva: mucho más frecuente, tiene lugar cuando el aire no puede fluir hacia dentro o hacia fuera de la nariz o boca de la persona aunque continúan los esfuerzos para respirar.

¿A quién afecta?

La apnea del sueño puede afectar a todos los grupos de edades y a ambos sexos siendo más común en hombres. El cuatro por ciento de los hombres y el dos por ciento de las mujeres de mediana edad la padecen.

Las personas con mayor probabilidad de padecer o desarrollar apnea del sueño son aquellas que roncan estrepitosamente y que a su vez sufren sobrepeso o tienen hipertensión o padecen alguna anormalidad física en la nariz, garganta u otras partes de las vías aéreas altas.

¿Qué lo causa?

Ciertos problemas mecánicos y estructurales en la vía aérea pueden causar la interrupción de la respiración durante el sueño.

En algunas personas, la apnea se produce cuando los músculos de la garganta y la lengua se relajan durante el sueño y bloquean parcialmente la vía aérea. Este bloqueo es total cuando se relajan también los músculos del paladar blando y la úvula. Es entonces cuando la respiración se hace dificultosa y ruidosa e incluso se interrumpe.

La apnea se produce también en personas obesas en las que una cantidad excesiva de tejido en la vía aérea provoca la estrechez de la misma, dificultando el paso del aire.

La ingestión de alcohol o de somníferos incremente la frecuencia y duración de las pausas respiratorias en personas con apnea del sueño.

Durante el acontecimiento apneico, la persona es incapaz de inhalar oxígeno y exhalar dióxido de carbono, por lo que disminuyen los niveles de oxígeno y aumentan los niveles de dióxido de carbono en sangre. Esta reducción en oxígeno e incremento en dióxido de carbono alerta al cerebro para reanudar la respiración y provoca un microdespertar. Con cada microdespertar, se envía una señal desde el cerebro hasta los músculos de la vía aérea superior para que se abra el paso del aire y se restablezca la respiración; fenómeno frecuentemente acompañado de un ruido fuerte, ahogo, gemido o balbuceo. Los microdespertares frecuentes, aunque necesarios para restablecer la respiración, provocan la desestructuración del sueño, por lo que este no es reparador.

Confía en tu Clínica Dental en Valladolid

Las personas que sufren apnea del sueño se sienten  muy soñolientas durante el día, afectando a su quehacer diario. Sus síntomas incluyen depresión, irritabilidad, disfunción sexual, dificultades de aprendizaje y memoria, dormirse trabajando, hablando por teléfono o conduciendo.

Las personas que sufren apnea del sueño tienen un riesgo 6 veces superior de sufrir o provocar un accidente de tráfico así como que esta contribuye a la aparición de hipertensión. Las personas con apnea del sueño también tienen mayor riesgo de sufrir infarto de miocardio e ictus.

Es muy importante que la persona con sospecha de apnea del sueño consulte a un profesional médico para la evaluación de la situación. Si es tu caso, consulta con la unidad especial de Roncopatía de nuestra Clínica Dental en Valladolid. Es un  equipo de profesionales formado por neumólogos, cirujanos maxilofaciales, otorrinos, dentistas y ortodoncistas.

  • Diagnóstico Tridimensional del Volumen de las Vías Aéreas
  • Tratamientos con Dispositivos de Avance Mandibular (DAM)
  • Tratamientos con Cirugía Ortognática y Ortodoncia
  • Opciones a pacientes con intolerancia a CPAP

En conclusión, la calidad de vida de la persona con apnea del sueño se ve deteriorada a consecuencia del sueño deficiente, dando lugar a irritabilidad, depresión, astenia, pérdida de memoria además de un riesgo incrementado de sufrir accidentes laborales y de tráfico, hipertensión, ataques cardiacos e ictus.